Los Laboratorios Bell querían investigar el uso de "ondas cortas" (longitudes de onda de 10-20 metros) para el servicio transatlántico de radiotelefonía. A Jansky se le asignó el trabajo de investigar las fuentes de ruido que pudieran. Interferir con las radiotransmisiones de la voz.
Después de grabar las señales de todas las direcciones durante varios meses, Jansky identificó tres tipos de ruidos: 1. tormentas eléctricas cercanas, 2. tormentas eléctricas distantes, y 3. un silbido firme e imperceptible de origen desconocido. Jansky se dedicó más de un año a investigar el tercer tipo de ruido. El ruido aumentaba y perdía fuerza una vez al día, por lo que, al principio, Jansky pensó que veía radiación proveniente del Sol. Después de seguir la señal por algunos meses, el punto más brillante se alejó de la posición del Sol. La señal no se repetía cada 24 horas, sino cada 23 horas y 56 minutos. Esto es característico de las estrellas fijas, y otros objetos alejados de nuestro sistema solar. Finalmente, se dio cuenta de que la radiación venía de la Vía Láctea y de que ésta era más intensa en la dirección del centro de la Vía Láctea , en la constelación de Sagitario.
Se dio gran publicidad a este descubrimiento: apareció en el
New York Times el 5 de mayo de 1933.
Jansky deseaba continuar investigando con más detalle las ondas de radio de la Vía Láctea. Propuso a los Laboratorios Bell que construyeran una antena con un disco de 100 pies (30 metros) de diámetro. Pero los Laboratorios Bell tenían ya la información que querían acerca de los ruidos: los ruidos no eran un problema para la radiocomunicación transatlántica. Jansky fue asignado a otro proyecto y nunca terminó su investigación en Radioastronomía.
Sin embargo, hubo dos hombres que oyeron del decubrimiento de Jansky en 1933, y ejercieron una gran influencia en el desarrollo subsiguiente de la Radioastronomía. El primero fue Grote Reber, quien en 1937 construyó sin ninguna ayuda un radiotelescopio en el patio trasero de su casa, e hizo el primer mapa sistemático de las ondas de radio del cielo. El segundo fue John Kraus, quien, después de la segunda guerra mundial, creó un radioobservatorio en la Universidad de Ohio State, y escribió un libro sobre Radioastronomía, que, hasta hoy, se considera la biblia de los radioastrónomos. El papel de Jansky como padre de la Radioastronomía se conmemora de varias formas:
Recopilado y editado por F.Ghigo, NRAO-Green Bank, WV (última actualización el 27 de Jan del 2003
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